¿Cuánto esfuerzo le pones al empaque de tus productos? Si tu respuesta o poca o nula, puedes estar desaprovechando la oportunidad de conectar con los clientes, pues el embalaje, también llamado packaging, puede jugar un rol importante en el éxito de la venta de un producto y ya es considerado como una poderosa herramienta del marketing.
Si bien, su objetivo final es proteger el producto de cualquier daño que pueda sufrir durante el envío, también es una forma brindar información sobre el producto, la forma de usarse y brinda una buena experiencia.
El empaque es la presentación de tu producto y puede ser tan atractivo e innovador que haga que los consumidores lo volteen a ver, un atractivo muy importante en tienda física, pues competirá contra otras marcas.
Si vendes en línea, el embalaje tendrá un rol primordial y será el primer contacto físico que tendrá el cliente al recibirlo, pues el acercamiento con la marca suele ser por medio de redes sociales, una página web o un Marketplace.
Gerzayn Gutiérrez, Head of Brand & Communications en Tiendanube México dice que ‘‘contar con un buen packaging estimula a clientes potenciales y a nuevos usuarios a captar el producto y podrá ayudar a fidelizarlos, incrementar ventas, generar reconocimiento de marca y afianzar el posicionamiento de la misma”.
3 factores para hacer un packaging
Gutiérrez comparte tres factores importantes para ofrecer un buen packaging, es primero es la atracción, pues la forma en que luce el producto es un factor determinante para que consumidor concluya la compra o vuelva a comprarlo, pues si realizó la compra en línea y la calidad del empaque es mal y afectó el producto, probablemente no volverá a hacer un perdido.
“Algunos emprendimientos o grandes empresas llevan a cabo estudios de mercado sobre color, diseño y tipos de packaging con la finalidad de que sus productos sean más atractivos para la audiencia al que va dirigido”.
El segundo es la promoción, pues el embalaje brinda información acerca del producto, la cual puede incrementar las ventas ya que permite que los clientes potenciales obtengan la información necesaria para realizar la decisión de compra.
“La información contenida en un empaque puede hacer que el lector compre el producto sin haber tenido que hablar con el vendedor o buscar reseñas sobre este mismo”.
El último es la diferenciación ya que un buen empaque puede ser un diferenciador ya que cuenta con el nombre, logo y la identidad visual de la empresa, lo cual ayudará a que poco a poco lo vayan reconociendo y se empiece a posicionar una marca en la mente del consumidor clave.
Sin embargo, es importante cuidar cuando se quiere hacer un cambio del empaque del producto, pues puede alterar la percepción del cliente hacia la marca, o incluso si es muy drástico puede hacer que el cliente lo desconozca; pero si es un cambio bien realizado, y justificado, puede ser positivo ya que el consumidor puede encontrar alguna mejora.
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